No sería el típico 14 de Febrero, ni ningún día ñoño. Un día normal, a ser posible el más normal de todos. No iríamos de la mano, ni nos abrazaríamos cada medio segundo. No haría frío, tampoco calor. Sería tarde, ya entrada la noche. París, y la Torre Eiffel encendida. Champagne, y una manta en el suelo. Informal, improvisado, sin planes. Nos sentaríamos en ella, bueno, tú te tumbarías y observaríamos la Torre Eiffel en silencio. Compartimos miradas y sonrisas silenciosas. Nuestras manos se rozarán y los dedos se entrelazaran. Me sonrojaré y empezaré a tener frío. Me pondrás la chaqueta por encima y me darás un suave beso. Me tumbaré a tu lado y poco a poco me dormiré, mientras la luna nos mira recelosa.
ME ENCAAANTA TU BLOG!Te sigo desde ya :) , muchos besazos desde:
ResponderEliminarhttp://unpaismasalladelaimaginacion.blogspot.com/
Muchas gracias :)
ResponderEliminarYo también te sigo! ^,^
Un besito!