Recuerdos difuminados.

Siempre hay un momento en la vida, en que te desvías de ese camino que estabas dispuesto a seguir. Dejas de mirar lo que rodea y miras lo que te viene a rodear. Te confunde el frío y la hierba húmeda. Esa sensación de que eres libre, de que ahora todo rodará por sí solo... pero no es así. Y tú lo sabes más que nadie. Sabes que la poesía podrá contigo, y que la música quedará abandonada entre recuerdos difuminados. Lo único que verás en tu camino, es todo lo recorrido. Verás tus pisadas en el barro, y tu sangre en los duelos. Lucharás por ser tú, sin nada que te ate a tu pasado. Confías en que tu camino vuelva a unirse con el del inicio, pero has llegado tan lejos... que se quedará en un deseo. Un deseo frío, y calculado, como tu futuro entre arbustos de duda y farolillos de ilusión. Deseas que todo vuelva a ser como antes, con un beso cada noche y una canción de cuna cada mañana. Pero te das cuenta de que lo único que vuelve, son los malditos recuerdos abandonados.