-La felicidad es la expectativa de una futura felicidad.
-No; la felicidad es un instante.
Suenan canciones de rock que retumban en la estancia. Los cuadros tiemblan y todo comienza a dar vueltas. Olvidas que es un mal año, y comienzas a gritar la letra de la canción sin remordimientos. I want you to know. With everything, I won't let this go. These words are my heart and soul.[...] Ya no existen lágrimas para el corazón alegre, ya no existen problemas cuando la música y tus gritos, ni siquiera se escuchan. La sala gira, los objetos caen contra el suelo con violencia, rompiéndose en mil pedazos que no te molestas en recoger. Saltas, ríes. Y de repente, vuelves a ser la diminuta personita que lloraba a medianoche porque tenía hambre. Vuelves a ser la pequeña ignorante que hoy anhelas. Y la música sigue, y tú la cantas. No se acaba, suena una y otra vez. Y tú, afónica, la sigues gritando. Bajo la mirada de todos esos cuadros que se sostienen en el aire, ya que los muros no existen. Los has derrumbado y te has llevado con ellos, la libertad de tus sonrisas. Giras, sin marearte, bailas y tropiezas con muebles varios. Y entonces, todo se para. La música, la habitación. Todo esté en su sitio de nuevo. Los problemas vuelven a estamparse en tu cara, a manchar tu historial de sonrisas deshechas. De nuevo los cuadros te miran deseosos de escapar de sus poses eternas. De nuevo la música no te consuela. Y justo en ese momento comprendes, que la felicidad dura tan solo un mísero instante.
Es demasiado precioso.
ResponderEliminarJoder, es que lo que me trasmites tú no lo consigue nadie. Me pone la piel de gallina, la sonrisa torcida típica en mi, y ese sentimiento de 'te entiendo'. Me encanta esta entrada, y sigo sin saber porqué. ¿Será porque tienes un don? Sí, menudo don tienes, jupé.
Te odio más, por lo bien que escribes. <3