Un instante de nuestras vidas.

Ese momento que llegas a lo más alto del edificio. Y miras la ciudad. Esa ciudad que te ha visto fracasar, ganar, sonreír y llorar. Esa ciudad que sabe tus secretos más íntimos y que sabe tus aventuras más extremas. Esa ciudad que te ha visto crecer. Ahí, te das cuenta de que tu vida ha tomado las riendas y ahora eres TÚ la que no vive. Sobrevives. No sonríes hace tiempo y tu vida a girado 360 grados. Lo sabes, estás ahí, lo ves todo tan claro... Eres tú ese gran problema. Dejaste de vivir, de ser tú, de dejar de lado las opiniones de los demás.... Les hiciste aso y mírate. Muerta. Por dentro estas muerta. No sientes ni padeces, un pedazo de hielo que flota en el océano. Ese pedazo que no consigue derretirse aunque se muera de ganas. Ese pedazo solitario, frío, calculador y arrogante que no puede contar hasta diez sin tropezarse. Esa eres tú... que digo. Esa soy yo.

2 comentarios :

  1. gracias por haber comentado en mi blog y por haberme seguido, me alegro de haber encontrado tu blog porque sinceramente me encanta :)
    esta entrada es divina, ahogar las penas por un amor no correspondido :)
    un beso desde http://lasquejasdelosmortales.blogspot.com/

    ResponderEliminar