Dos gotas de agua.

Fueron perdiendo la esperanza, no quedaba rastro de fe. Ya ninguno temía a la muerte, ni a un gran salto al abismo. Su realidad era mucho más dolorosa. Su vida se compone de silencios llenos de furia, y de objetivos sin cumplir. Promesas de amor incumplidas, sonrisas falsas y minutos de gritos interrumpidos. Esencia a almas susurrando palabras arameas y a cuerpos suplicando espacio. Distancia. Eso que nadie desea, ellos lo quieren con todas sus fuerzas. Ella se engaña, mira a la luna y tira monedas a una fuente seca de lágrimas. Él la mira con añoranza del principio; eran dos gotas de agua, tan parecidas... tan anheladas. Ya no están, desaparecieron una fría noche de marzo mientras ella lloraba endemoniada y él reía con cientos de grados de alcohol en el cuerpo.

No hay comentarios :

Publicar un comentario