El tiempo ya no corre.

Se ha estancado. Ya no sabe que hora dar, está indeciso. No sabe si es de día o de noche. Quizá se haya enamorado el tiempo de la esperanza. O de la casualidad, de la armonía, de la capacidad. Quien sabe. Pero no pasa. Las gotas de lluvia se han quedado suspendidas en el aire, no caen, no mojan. Su voz se ha quebrado. Mantiene su boca entreabierta mientras yo la miro fijamente. Quizá nunca vuelva a oír su preciosa voz. Sus lagrimas se han parado a mitad de su mejilla. No bajan, su maquillaje ya no se destruye. La música emite un pitido ensordecedor que rompe totalmente la cálida sencillez de su anterior melodía. Se ha acabado. Fin. No hay tiempo, no hay nada. No puedo si quiera sonreír, ni ella llorar. La lluvia no fluye, ni sus lágrimas tampoco. La música se rompe en mil pedazos diminutos que ya no se pueden recoger.

1 comentario :

  1. Acabo de leer tu blog!! es muy bueno!!
    te sigo!! pásate por el mio http://jessicahs89.blogspot.com/

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