Grandes historias en ojos comunes.

Quizá no puedas encontrar el lugar dónde el horizonte muere, o el lugar dónde el mar termina; pero solamente tú verás eso que algunos llaman vida.

Te escondes bajo tu pelo enmarañado, cada vez que la brisa marina juega con él. Te avergüenzas, el rubor te sonroja las mejillas. Sientes que el frío que contiene, entra en tus huesos... los corrompe. Al igual que el resto de tu cuerpo. Te apartas el pelo y dejas ver tu maquillaje destrozado; y tu boca, carmín rojizo. Nadie podrá saber el por qué de tus lágrimas, de tus ruegos silenciados por caricias dolorosas..., ni tu mirada perdida en los barcos que desaparecen en la mar. Nadie podrá conquistar un corazón roto, ni esos ojos castaños, comunes. Pero con una gran historia. Nadie te hará ver la vida de nuevo, con una sonrisa en la cara; porque para ti esas sonrisas, se fugaron del sistema.