Sonríe siempre.

¿No sabes sonreír? Yo te ayudo.

Hay días, que el cielo no acompaña. Es precioso, absolutamente. Hasta la última nube, esa que en la que nadie se fija, es feliz. El sol brilla con más intensidad que cualquier otra mañana. Hasta los pájaros vuelan libres de pecado. Hay días, en los que te gustaría hacer de tu cama, tu vida. Y olvidarte de eso que gira a tu alrededor riéndose. Olvidarte de quién eres, de quién fuiste y de quién serás. Reírte de lo que ahora se ríe de ti. Deseas que todo el mundo sea infeliz, que sientan lo mismo que sientes tú. Que sufran. Que se odien por ser tal cual son. Igual que haces tú. 
¿Y si te digo que a todos y cada uno, nos pasa? Qué irónico todo, ¿no? 
Hay días, que ver gente feliz, es tan doloroso como cuchillos en el alma. Que sentir las burlas del mundo, recae sobre tus hombros pesando plomo. Hiriéndote el autoestima. Pero mañana será otro día, saldrá el sol. Tienes esperanzas. Pero estas no están contigo. Mañana estarás mil veces peor. Sintiendo como hasta el viento juega con las hojas que tu pisas, intentando hacer daño a cosas que no sienten. Ojalá ser una hoja de esas, ¿verdad?
¿Y si te digo que a mi también me pasa? Injusto. Muy injusto tu pensamiento. El mío y el aquel chico que fuma solitario en el banco. 
Yo también tengo días, que prefiero no existir. Ver cómo los segundos pasan, lentos. Pero no hacer nada por ellos. Ni por mí. Hay días que soy un libro en blanco, sin futuro claro, con daños palpables. Pienso que hoy ya es pasado, y que mañana seguiré siendo la misma desgraciada. Sé que tú también lo piensas, lo sientes. Y lloras. Piensas, te desquicias. Y lo único que puedo decirte, es que sonrías.
Que sonrías siempre. 
Que abras los ojos al mundo y veas que no merece la pena. No merece tu pena. te auto lesionas a ti misma cuando no sonríes, cuando no eres feliz. Que cantes lo más alto que puedas, que corras, que seas tú. 
Que vivas.
Que dejes las lágrimas para aquel, que realmente las necesita. Que dejes tus conversaciones a medias y dejes de escucharte. De escucharme a mi. Y te vayas lejos, a respirar. 
Que aproveches lo que mañana no tendrás.

1 comentario :

  1. Hola. Tengo prisa. Pero siempre tengo un ratico para decirte que comparto esta filosofía. Un abrazo.

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