Cada segundo cuenta.

Cuéntame tus lloros, quiero hacerte ver que detrás de ellos, tu mejor sonrisa espera ser vista.

Suelo llegar tarde. Siempre llego tarde. Dejo las cosas para mañana, porque creo que me sobra el tiempo. Creo que no importan esas frases que dicen que vivas como si mañana fuese el último día, porque creo que no lo será. Que no me pasará a mi. Pero, ¿por qué no? 
A veces pienso que la vida es un reto, al que mucha gente tiene miedo. Yo antes tenía miedo. Miedo de caerme mientras lo intento. Miedo de no saber continuar una vez empezado. Miedo de aquello que pueden pensar si saco mis emociones, si muestro mi vulnerabilidad. Miedo a fracasar. A un no, que me rompa. Miedo, al fin y al cabo. Y nunca me lo he tomado en serio. 
En el último año, he perdido el miedo a aquello que antes tenía. Ahora no tengo miedo de llorar si hace falta, de decir lo mucho que te quiero si de verdad lo siento. En el último año, he visto a mi mejor amiga hospitalizada, sin siquiera saber quién soy. Perdiendo la cabeza, diciendo que estoy loca y que soy una completa idiota. Muchos dicen que no sabía lo que estaba diciendo, que no era ella. Pero no, ella tenía razón. La última vez que la vi me dijo: 'Bueno, fea, que me voy. Adiós.' Me arrepentí de no haberle dado un último beso antes de que se montara en aquel coche. En el último año, operaron a mi abuelo de cáncer y tras cinco meses, murió. Tantas veces me callé un maldito te quiero por el simple hecho de que nunca se lo había escuchado a él... Tantas veces que me arrepentí de no ser mejor nieta. Y ahora me doy cuenta de que si durante todo el tiempo que él había estado sufriendo, yo hubiera estado ahí, todo habría sido más fácil. Sabría que él se ha llevado una sonrisa mía. Pero ni siquiera es así.
Mañana por ejemplo, puede que tú no estés, o yo. O que aquel al que llamas estúpido, no esté. Puede que alguien que quieres deje de respirar y entonces tú, te sentirás un jodido idiota. Un desecho humano. Querrás estar en su lugar. Pero no es así y deberías estar feliz. 
Deberías estar feliz cada vez que fracases, que ganes. Cada vez que seas frágil o cuando no. Deberías serlo y eso ya, sería tu premio por llegar hasta aquí. 
No quiero más lo siento, ni más despedidas. Inténtalo, recuerda que en algún momento de tu vida, has llegado tarde.
Este vídeo, me inspiró. En serio mirarlo, no creo que os arrepintáis. (VÍDEO AQUÍ)

1 comentario :

  1. En serio, es increíble. No he visto entrada más emotiva que esta, en la que digas tantas verdades que a veces duelan. No sé, yo también he tenido miedo. Miedo de hacer tantas cosas que hasta se me han ido oportunidades. También he perdido ha tanta gente y he encontrado a otras personas, que siento que en algún momento he sido idiota, de no haberlas perdido antes. Mi pobre abuelo también estuvo hospitalizado, y verle en la UCI cuando tan sólo era una niña de trece años, no lo aguanté ni creo que se pueda ir ese recuerdo de mi vida nunca.
    Ahora he aprendido a decir que me importa alguien cuando toca, a intentar no llegar tarde nunca. A recordar ese te quiero día tras día, y a sonreír cuando toca llorar. He aprendido que caerse es de cobardes, porque levantarse es de valientes. Y que cuando tienes una oportunidad, cógela. Nunca se sabe que puede pasar si no la coges.
    He visto el video, y me ha emocionado. Porque lleva toda la razón del mundo, como tú, en esta entrada.
    No te olvides de que te odio, Miss Nothing. Nunca lo olvides. <3

    ResponderEliminar