Cuando (no) tenga.

Quiero hacer contigo, lo que la primavera hace con los cerezos.

Atardecer del 30 de Agosto.

Cuando tenga algo interesante que contar, hablaré. Gritaré. Lo escribiré en el reverso de una sucia servilleta. Compondré una melodía. Cantaré tu canción. Cuando tenga algo interesante que contar, trazaré el plan B. Sentiré un poema. Dibujaré su son. Acariciaré tu terciopelo. Cuando tenga algo que contar, te besaré. Te besaré con todas mis ganas. Pondré en ese beso toda mi furia, mis daños. Mis vivencias, cada foto. Tus traiciones, las mías. Pondré cada página de mi diario en blanco, pondré la fecha que decidimos decir que no. Pondré en ese beso, todo lo que tengo. Te pondré a ti. 

Cuando tenga algo interesante que contar, callaré. Dejaré que hable el más tenue silencio. Lo bailaré con zapatos de claqué. Volaré contra su miedo a las alturas. Aterrizaré. Cuando tenga algo interesante que contar, buscaré. Me perderé entre cada poro de su piel. Robaré cada sonrisa que traspase mi piel. Dibujaré aquel triste atardecer. Cuando tenga algo interesante que contar, te miraré. Te miraré con unos ojos comunes. En esa mirada, pondré mis lágrimas, mis buenos ratos. Mis despistes, mi sueños amargos. Pondré cada momento que perdimos, cada momento que guardamos. Pondré en esa mirada, lo único que no tengo. Te pondré a ti.

Cuando ya no tenga nada interesante que contar, me iré. Beberé el agua de aquel florero. Llamaré la atención, no seré más que otro absurdo titiritero. Cuando ya no tenga nada interesante que contar, me olvidaré. Dejaré que el mechero queme el papel, la tinta, el clavel. Pincharé aquel globo que hinchamos, te perderé. Cuando ya no tenga nada interesante que contar, caminaré. Y en cada paso, pondré un nombre. El tuyo, el suyo. Al último, el mío. Pondré las noches en vela sin saber que fecha poner, las sonrisas desvanecidas tras un bonito anochecer. Pondré en cada paso, lo único que no voy a perder. Pondré ilusión; te pondré a ti.

Decir, que hace unos días, alguien me convenció de que mis fotografías no eran tan malas, que podía sacarlas provecho. Abrí un flickr, que de momento, va avanzando como puede. Si alguien le apetece reírse de mis fotos, que pinche justo AQUÍ.