Sobreamando.

Sí. No. Bueno. Ya. Sí. Te quiero. No, así no. 
Como gatos por la noche. Sí. Sí. Te quiero.



He creído en el amor como quien deja de fumar:
por y con excusas.
Con un mapa de tu espalda del revés
y todos los lunares siendo estaciones.

Amas, y repito: jamás.
Por si la segunda vez no lo has entendido,
te dejo mil versos con lengua para que practiques.

Llegará el día de rompernos,
cuando no nos podamos dar más de sí los labios,
y se nos queden pequeñas las camas
de 90 abrazos por 180 besos.

Respirar, Poesía,
es algo más complejo que saber rimar
tu nombre con atardecer, y pintarlo de medialuna.
Más complejo que mis manos
haciendo de cinturón para tu falda,
y mis labios de testigo en todos tus relevos.

Tú no eres ni bueno, ni bonito, ni barato,
pero tienes manos de haber moldeado
mis caderas con ellas,
y a ver quién,
con, sin, y cómo,
hace eso sin llamarlo amor

El que ríe el último, ríe solo,
porque el resto ya se ha enamorado de tu risa,
y han reído lo suficiente como para vivir otra vida más,
y tener un
te quiero
en la recámara.

Mañana, cuando nadie señale el cielo,
yo te veré cometa sobreamando la ciudad.
Cogiendo velocidad
como quien coge un ramo de margaritas,
y se lo entrega deshojado al poema de su vida.

Para que sepa lo que es un 'sí, pero tú no'.

No hay comentarios :

Publicar un comentario