La primera vez, fuiste temerosa, caminaste insegura, tomaste los caminos cautelosa. No tenías ni idea. Entraste en aquella curva de la que te costó salir. Luchaste contra el viento y cruzaste ese mal trago. Seguiste adelante, fue duro pero contaste con lo necesario para convatir la sed de hambre. Aún así, no conseguiste superar los baches y caíste tras un largo viaje. Caíste, sufriste y recaíste de nuevo. Te recuperaste pero el daño no se va tan facilmente. Y justo cuando saliste de ese camino, llegaste a la meta, fuiste otra. Cambiaste a mejor, aprendiste del daño. Y ahora quieres volver. No te voy a impedir, pero te daré un consejo, si pierdes el tiempo yendo por ese camino, nunca sabrás lo que hay en otros.
No hay comentarios :
Publicar un comentario