Frío. Soledad.

Camino sola, fría. La ciudad está vacía, ni un solo alma en pena. Solamente yo... y mi sombra. No me quedan lágrimas, ni escalofríos que experimentar. Ni mi propia soledad me consuela, ni el sol me da calor.  Todo es frío y oscuro. Un camino sin final. Ni siquiera una tenue mirada, podría inundarme a lágrimas. Pues no me quedan. No me quedan ni ganas de respirar, ni ganas de recordar un mísero segundo del pasado. Ni una pizca del futuro, ni un grado del presente. Solo cerrar los ojos y volar. Dejar que el viento juegue entre mi pelo enredado y baje por la falda, haciendo que esta se mueva bellamente. Hasta perderme en una soledad eterna, un frío sobrecogedor. Y así, tener de nuevo esperanza. Verde, bonita, calurosa. Calor en este frío glacial. Calor en este claro del bosque. Pero hace frío, mucho. Demasiado. Me congela por dentro y me hace trizas el corazón.

2 comentarios :

  1. Un blog bastante interesante, que la pequeña Miss Amélie descubrió mientras su cabeza inundada de problemas se despejo por un instante al leer semejantes textos(:
    Por supuesto que te sigo, y a esta chiquitina le harías un gran favor pasándote por su blog que está abandonado :( (debido a que empece hace poco)
    http://toolatetosaveme.blogspot.com/
    Un beso :P

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que te guste, y encantada que te sigo por tu blog :)
    Si quieres un consejo, hazte publicidad. Te irá bien y tendrás más visitantes.
    Un besito, cielo, :)

    ResponderEliminar