"Un, dos, tres...

...volverás a caer en aquel horrible...¿sueño?"
La tarde se esconde, tras rayos anaranjados y cantos de pájaro. Me acerco a la ventana y sonrió inconscientemente. Vuelan libres, sin presión alguna. No tienen que decidir, tan solo volar y dejarse llevar por el viento hacia el sur. A veces los envidio. Pueden huir sin tener que dar explicaciones y pueden cantar... sin que nadie se lo prohíba. Me gustaría poder ser tan ligera como ellos lo son, tan bonitos como alguno de ellos será siempre. Bella naturaleza, vaya. Cierro los ojos y me dejo llevar por su canto mágico. El viento juega entre mi pelo y me creo que estoy ahí, con ellos, viajando hacia quién sabe dónde. Ser un pájaro... volar.

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