Tiempos de personas.

Sé que esto es difícil, es algo complicado. Olvida lo pasado y vamos juntos de la mano.


Hoy suena de nuevo aquella canción que escribí para ella. En un arrebato al amor, de esos que decidí tirar a la basura. De esos que nunca pensé tener en la vida. 
Hace tanto que no sé de él. Escuché su canción en la radio. Es alguien grande, muy grande. No solo para el mundo, para mí también. A veces le echo de menos. Me arrepiento enormemente.
Viernes. Solíamos salir a por helados. Caminar, reírnos y acabar perdidos entre farolas apagadas. Es viernes y no está. Seguro que ella ya lo olvidó todo. Seguro. 
Nada más que pienso en él. ¿Y de qué me sirve? Tendrá a otra cada día en la estación para recogerle. Tendrá a otra que le diga lo bien que le quedan los trajes. Lo mal que le quedan los nudos de las corbatas.
Reunión. Corbata. Nunca supe hacer nudos, ella era una especialista. Siempre me pregunté como sabía hacerlos. Echo de menos su olor miel, su pelo lacio y su mirada azabache. Tiempo, vuelve, joder.
Fotos. Malditas fotos que me consumen. Mechero, fuego, sonrisas, pasado esfumado. Y con él, los viernes helados y los nudos de corbata. Adiós. Presente y futuro, nunca pasado.
Fuera corbata. Caída por el suelo entre ropa sucia. Fuera, no puedo pensar en ella cada segundo. Adiós. Me habla su mirada en aquella foto que ahora está dividida en dos. Presente y futuro, nunca pasado.
Tiempo, y sus juegos del infierno.
Personas, y su manía de poner tierra de por medio.

1 comentario :

  1. Hola. No sé si es bueno que las personas se consuman en su pasado. Te pierdes tu vida. Un abrazo.

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