16:47

Querido Diciembre, 
estoy perdida, y lo peor de todo,
te he perdido.
Me quedé vacía.
Cómo-cuándo-dónde-por qué.
Sin un motivo.
[...]
Me has hecho irrompible, inmortal,
con tu frío colándose en mis dedos.
Me has hecho grande,
siendo lo más pequeño.
Y me has enseñado las reglas.
Tantas reglas que olvidar...
Pérdidas, (des)amor, medias rotas,
pecados compartidos, disfraces, malas caras.
Todo gracias a ti.
Morder el agua, ser gatos con sueño, explotar
al llegar a la cima, ser más que un par de quejidos.
Todo... sin ti.
Con tu indiferencia
Con tus dardos en mi abdomen.
Con tus labios en mi cuello.
Y tus ojos en otros cuerpos.
Siendo una paradoja entre tus piernas.
Pero si algo me moriré por decirte,
es que (no) te voy a echar de menos.
Aunque tú te hayas ido
y yo siga aquí, 
recomponiéndonos.

Hemos sido la última página del año, cariño.
***
Ojalá tengáis un buen año, mil veces mejor que este (soñar es gratis, hacedlo). 
Ojalá no tengáis que arrepentiros de nada.
Y ojalá hoy no os pongáis tan melancólicos como yo, no es sano.
Felices fiestas.
(Y cuidado con las uvas.)

1 comentario :

  1. Hola. Feliz año. Sabes qué, la melancolía no es algo malo, sólo debes intentar que no te conquiste el.alma. Pero sentir melancolía también es una forma de rememorar los momentos buenos. Un abrazo.

    ResponderEliminar