Día 159 (+cambio de url).


He cambiado la url del blog. Ya no soy http://justdoitbaby-comeon.blogspot.com.es/, ahora soy http://besosdeastronauta.blogspot.com.es/.
Si estás leyendo esto, ¡bienvenido!

(¡Feliz Abril, Agosto!)


Sostenías el hielo con cerveza con tu mano izquierda y el cigarrillo con la derecha. Dejabas que la ceniza cayera al suelo, y me imaginé qué sería de mí si yo fuera la ceniza y tú el cigarrillo. Y el tiempo el fuego. O mi café el tiempo. Y el fuego tus prisas. O mis piernas. O tus prisas en mis piernas. Me perdí pensando en si el amarillo de tus ojos se podía comparar con el limón de un refresco en verano. O si el azul era como el océano. Pacífico. Porque si tus ojos son un océano, son nuestra parada de metro.

Apagaste el cigarro aplastándolo y retorciéndolo, y pensé en mí siendo él. Siendo aplastada y retorcida por la persona que acababa de besarme, y de respirarme hasta dejar de respirar por sí mismo. Por la persona que me había dado vida, aunque fueran cuatro minutos; hubiera merecido la pena vivir. Me imaginé la sensación de ir consumiéndome en tu boca, y me dieron ganas de verter el café ardiendo por tu camisa nueva. Y hacerla vieja, y hacernos viejos. Discutiendo que las bebidas con hielo solo te ahogan un poco más dentro del naufragio.

Bebiste más de un tercio y te pasaste la lengua por los labios. Tardaste dos segundos, y aún así, te hubiera pasado la mía hasta borrártelos. Pensé que quizá la cerveza hubiera ocultado tu sabor a chicle de mandarina, y me dieron ganas de comprobarlo. Pero las ganas murieron justo cuando pusiste de nuevo la jarra sobre la mesa, removiendo la espuma; removiéndome. Inspiraste tan profundo que creí que necesitabas aire para soplarme hasta hacerme volar, pero sabía bailar sin necesidad de viento. Ni de música. Ni de ti. Pero dicen que es más bonito bailar sobre los pies de alguien, que bailar sobre un cable y no caerte. 

(E incluso yo de tus pies me caí.)

1 comentario :

  1. Existen cosas bonitas.

    Y después está lo que escribes tú.

    (Me he enamorado hasta del amarillo de sus ojos que puedes comparar con un limón. Y eso, Clementine, que odio ese cítrico)

    ResponderEliminar