porque decías
que aquella maldita "y griega" nos separaba
y yo paré y te dije:
puedes quitarla,
sólo tienes que pulsar supr 3 veces para que sea tuyo.
-Escandar.
Dejé de creer en el amor cuando te vi cruzando la calle agarrado de su mano.
Con el pelo recién cortado y la camisa de cuadros
que te regalé el quince de febrero;
porque yo siempre llego tarde.
Ibas mirando el cielo sosteniendo un Malboro entre los dedos.
Hablábais de primaveras y poesía
como si nunca hubiéseis roto un plato
y lo hubiérais manchado todo de mierda y versos pares.
Que arda como si fuera ciencia ficción,
dijiste,
y pillaste, entre tu dedo y su nube,
tres lunares y una pupila;
quién necesita ser poeta si puede recitarte a medianoche.
Empecé a caer sobre tu distancia cuando te vi cruzando la calle agarrado de su mano.
Como si su calor no fuera el mío
y todos mis poemas de dañ-i-amor no fueran suficientes.
Y los trece besos que a veces versos
y a veces cerezos,
se cuelgan de tu cuello como una bufanda,
y se enredan entre tu barba
como microrelaciones entre tu lengua
y su falda.
Y los trece besos que a veces versos
y a veces cerezos,
se cuelgan de tu cuello como una bufanda,
y se enredan entre tu barba
como microrelaciones entre tu lengua
y su falda.
Sin aliento (porque palabras, desde luego, me sobran).
ResponderEliminarHTR.