El lugar de los sueños.

Este texto se lo quería dedicar a varias personas. La primera es a @Laura_Ycontinua, que sé que quería que subiese pronto. Y la segunda y última, y por eso más importante, a ese hombre que está en el bar de la esquina, tocando la guitarra, inspiración.
PD: Yo también creo que no avanzo, y que eso es más que un motivo para dejarlo un tiempo.

Quizá no había sido una buena idea salir un domingo a la feria. Llena de niños sonrientes, atracciones brillantes y nubes de algodón de azúcar rosado. Quizá quedarse en casa, sola, pensando, hubiese sido mejor. Sin embargo, allí estaba, en medio de la capital del país, rodeada de cancioncillas y risas infantiles, de gritos de padres y vísperas navideñas en el aire. Rodeada de gente desconocida, gente que no ha visto nunca, ni volverá a ver. Y luego estaba él. Con un cigarrillo entre los labios, y la cazadora abierta, sonriendo y tragando humo a cada latido. En el mismo segundo que su flequillo caía sobre su frente y las cenizas del cigarro se perdían entre sus pasos, vi el tiovivo. Tan elegante y lucido, un enamoramiento para alguien así. Tan infantil, tan niña. Me paré en seco a mirarlo mientras él se acercaba al tenderete más cercano.
-¡Eh!, ¿no vienes?
Pero no le hice caso. Me quedé a escasos metros de aquella diversión. Caballitos perfectamente tallados con niños suficientemente divertidos como para trasmitir la mayor envidia que pude sentir nunca. Sentí el humo irritante en mi nuca, él. Sabía que estaba sonriendo.
-¿Un vueltecita, niña pequeña?
-Soy demasiado mayor para algo así...
-Oh, venga, móntate. Pago yo.
[...]
Las lágrimas caían por sus mejillas sin control. Pensaba que le gustaría montarse en un tiovivo, girar entre luces de colores... y sonreír. Pero no lo hacía. Estaba envuelta en las risas de los niños que la señalaban. Críos. El tiovivo giraba, y los caballitos se mezclaban entre sí. Sueños, el lugar de los sueños, dónde los problemas se esfuman. La vi, de nuevo, sobre el único caballito blanco. Y sin pensármelo, me monté a horcajadas detrás suya, envolviendo con mi brazo izquierdo su cintura. 
-Ayúdame a bajarme.
-Quiero que a la próxima vuelta, todos los padres de estos críos te vean riéndote a carcajadas, ¿entendido? 
-Estoy ridícula, con mi edad...
-¿Ridícula? Piensa que estoy justo detrás tuya, con un cigarro a medias y esa gorra tan horrible que me regalaste por mi cumpleaños.
Y a la próxima vuelta, los dos, reían a carcajada limpia. Mientras la velocidad se ralentizaba y el tiovivo se detenía.

4 comentarios :

  1. Hola. Que no avanzes no significa que no lo hagas bien y menos en tu caso. Escribe, no pares, nunca. Un abrazo.

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  2. ¿No avanzas? ¿Hacia donde quieres avanzar?
    En mi opinión lo haces de maravilla y no me gusataría dejar de leer tus textos, lo digo muy en serio.
    Un beso, y sigue adelante ^^

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  3. Hay dos comentarios encima del mio, de dos personas que no conozco de nada. Pero aun asi estoy totalmente de acuerdo con ellas. No lo dejes.
    No sé hacia donde quieres avanzar, si hacia delante o hacia el olvido, o si avanzar hacia delante para ti significa olvidar. Todo depende de la situación. Pero sí estoy segura de que todo pasa y que puede que necesites más tiempo antes de avanzar, pero que escribir te va a ayudar a ello, a desahogarte. Así que ya sabes, no lo dejes. Pero no lo hagas por mi o por ninguna de las que te leemos. Hazlo por ti misma, y porque te va a ayudar a avanzar.
    Un besito.

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  4. Escribes maravillosamente...no lo dejes. Me gusta.

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